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Antes del amanecer


I like to feel his eyes on me when I look away



Jesse
Me siento como si estuviésemos  en un mundo de ensueño, ¿sabes?

Céline
Sí, es curioso. Es como si este tiempo juntos fuese sólo nuestro. Una creación
nuestra; como si yo estuviera en tu sueño y tú en el mío, o algo así.

Jesse
Y lo más genial es que toda esta noche, este tiempo juntos, no tenía que haber pasado.

Céline
Sí, lo sé. Quizá por eso parece como desligado del mundo. Pero cuando llegue
la mañana nos convertiremos en calabazas, ¿no?

De tu ventana a la mía


Hay historias de amor que son como las amapolas: rojas, frágiles, casi viento, y aún así, se agarran a la garganta.



Los pájaros han recuperado las fuerzas y cantan, y vuelan alto, tan alto que a lo mejor puedes verlos ahora, y ellos te cuentan mejor que yo como son los paisajes que hay más allá de tu invernadero. Si tú se lo pidieses, seguro que esos mismos pájaros vendrían volando de nuevo, de tu ventana a la mía y me dirían que estás más flaca, que te cortaste el pelo...



Las amapolas, flores fascinantes, crecen salvajes en lugares imposibles pero son las más frágiles. Cuando las tocas o cortas, al instante se marchitan en tu mano. 

Eres mi rincón favorito de Madrid


Que se quiebre mi corazón, en mil pedazos de amor

Nuestro pecho se hinchaba sincronizado, y exhalábamos el aire acompasados. Un silencio de latidos, del pulso que se va calmando, inundando nuestro interior.

Y mi corazón vibraba con las voces que se alzaban, con el sentimiento sincero que rasgaba el aire al son de cuerdas y cajón, al son del amor que late en el corazón. La mirada frágil, que se rompe en mil gotas de cristal, y no puedo evitar sonreír, cerrar los ojos para concentrar todo lo que pueda de mí en aquel momento tan especial, por si tardo en volver. 

Guardo mi alma inundada de aquel lugar y de aquellos momentos, de la alegría despertada que se refleja en los ojos y en la comisura de los labios. De la fuerza en la amistad, en la música que hace volar hacia el hogar, de corazones ardientes, humildes, dispuestos cada martes a llenar aquel rincón de grandeza y esperanza, de hacernos pequeñitos y pedir fortaleza, pedir ser luz, pedir ser sencillos y auténticos.



One step closer


“Todo tiene un propósito, los relojes te dicen la hora, los trenes te lleven a algún lugar. Así que pensé que el mundo entero era una gran máquina. Tú sabes que las máquinas nunca vienen con piezas extra. Yo no podía ser una pieza extra. Tenía que estar aquí por alguna razón y eso significa que tú estás aquí por una razón también.”
“Quizá por eso las máquinas rotas me ponen triste. No hacen lo que deben de hacer. Quizá sea igual con las personas. Si pierdes tu propósito es como si te rompieras...”
La invención de Hugo, Martin Scorsese

La belleza del mundo





Cada mañana tengo una cita con la belleza del mundo. La belleza del mundo está sentada frente a mí. La belleza del mundo cambia de silla todos los días. La belleza del mundo, al despertarme, estaba apoyada, soñadora, en el blanco de una casa al otro lado de la calle. Ayer la belleza estaba sentada con traje sastre en las flores que acababa de comprar, rosas de un blanco cremoso. 

La belleza del mundo es discreta, conoce el esplendor de la humildad.

La belleza del mundo sabe volverse invisible y pasar de incógnito sobre las alas de Mozart o en las carreras de Bach. La belleza del mundo tampoco desdeña el jazz. La belleza del mundo es hermosa por no desdeñar nada. Todo le resulta refugio, templo, escena. La belleza del mundo se puso a bailar sobre mi mesa de trabajo -una danza torpe, adorable. Sonreí. 

Me preparé una tercera taza de café. La belleza del mundo se sentó en el borde de la taza.
Después, la belleza del mundo partió en todas direcciones a la vez y yo fui a preparar una cuarta taza de café. 


Christian Bobin, Autorretrato con radiador

De él



Quizá vio en él las notas de la guitarra desfilando por su cuello, 
las manos largas, la espontaneidad personificada.
Quizá entendió su carisma cuando se sentaron en el muelle
y se curvaron las vértebras, bailaron colgando los pies.
La fragilidad expuesta, sus labios se curvaban, y se erizaba la piel. 
No tenía más remedio que observarle, en su belleza callada, 
en su despreocupada postura hablando del mundo. 
No tenía más remedio que guardar silencio, 
por el placer de escucharle,
por el placer de mirarle.
El enigma de sus ojos verdes que apuntaban al cielo
riéndose de sí mismo y de sus sueños.
Quizá vislumbró su inocencia escondida, su palpable alegría. 
De él eran las estrellas, por un instante.
De él el polvo dorado que conseguía elevarte
volando hacia la luna, o hacia el sol de aquella tarde...


Gray


Un cambio casual de color en una habitación o en el cielo matutino, un determinado perfume que te gustó en una ocasión y que te trae recuerdos sutiles, un verso de un poema olvidado con el que tropiezas de nuevo, una cadencia de una composición musical que has dejado de tocar...

Te aseguro, Dorian, que la vida depende de cosas como esas.





Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray

Corazones ardientes


Oí en la radio un poema que me dejó sin respiración, la belleza es una respiración más amplia que, para llegar hasta nosotros, comienza por ahogarnos, así pues, ese poema atravesó, soberano, el aire lleno de humo de mi cuarto, y comprendí que quedaba todo por escribir, por amar y por vivir, el mundo no ha empezado todavía, eso es lo que oí en la radio, una buena noticia, ¿no?


Christian Bobin, Autorretrato con radiador.


Les fleurs de Bobin





«Lentitud, perfecta lectora.

La muerte está en la precipitación como en su casa. La lentitud, por el contrario, la sorprende, la desconcierta. El hombre apresurado y el hombre lento morirán los dos, sí, pero el hombre lento habrá recorrido en ese instante una distancia mucho mayor que el hombre apresurado.

Hacer siempre el esfuerzo de pensar en lo que está ante ti, prestarle una atención real, mantenida, no olvidar ni un segundo que al que o a la que hablas, viene de otro sitio, que sus gustos, sus pensamientos o sus gestos han sido formados por una larga historia, poblada por muchas cosas y por otras personas que tú nunca conocerás. Acordarte siempre de que al que o a la que miras no te debe nada, no forman parte de tu mundo, no hay nadie en tu mundo, ni tan siquiera tú. Este ejercicio mental –que pone en movimiento el pensamiento y también la imaginación– es un poco austero, pero te conduce al gozo mayor que exista: amar al que o a la que está ante ti, amarlo por ser como es, un enigma –y no por ser lo que crees, lo que temes, lo que confías, lo que esperas, lo que buscas, lo que quieres.»

Christian Bobin, Autoportrait au radiateur.

Anna Karenina




There was something in her higher than what surrounded her. There was in her the glow of the real diamond among glass imitations. This glow shone out in her exquisite, truly enigmatic eyes. The weary, and at the same time passionate, glance of those eyes, encircled by dark rings, impressed one by its perfect sincerity. Everyone looking into those eyes fancied he knew her wholly, and knowing her, could not but love her.



Vuela.




Quería un sueño, soñaba con las nubes y con tocar el sol. 
En ese lado cobijada por la luz, con la esperanza en la mirada.
Mientras buscaba el calor por temor a que su cuerpo temblara.
Le dieron aquel atlas del cielo y buscaba estrellas.
Tan pequeñas pero tan brillantes y  sin embargo la luna...
La luna siempre fue, allí arriba, la más bella.
La reina del cielo y de la noche. 
Y cuando las nubes entristecían y caían sus lágrimas,
iban a parar en las mejillas de esa niña enamorada.
Enamorada de una fantasía. La niña que quería un sueño.
Soñaba con las nubes y con tocar el sol...

El Soñador





“En cuanto a lo de ser soñador, te conozco de sobra para saber qué te pasa. No quiero yo matar a ti la fantasía, la imaginación y esa fuerza creadora tan propia de la juventud. ¡Ni mucho menos! Aún te dejo un margen enorme para soñar- Lo único que te pido es que no te escapes de la realidad; que no te refugies en un mundo soñado; que no te acostumbres a lograr en sueños lo que rehúyes conquistar en la vida real, con tu propio esfuerzo. Creo que me entiendes. Es que hay un tipo de soñador, que nace de la cobardía y se repliega ante la dureza y dificultades de la vida... Lo cual es el mayor obstáculo para lograr el hombre que pretendemos. Que tus sueños sean estimulantes: que te lancen a la lucha por convertirlos en pedazos de vida palpitante. No sueñes lo que se escapa del radio de acción de tus posibilidades. Siendo así, sí, hombre, sí; sueña todo lo que quieras.”



Foto: Tommy Ingberg
Texto: "La Vida Sale al Encuentro"

Believe



“Dichosos ustedes cuando sepan interpretar con benevolencia las actitudes de los demás, aún contra las apariencias: serán tomados por ingenuos, pero es el precio justo de la caridad.”
Tomás Moro

Nunca pierdas tu capacidad de asombro






Este vídeo me recuerda que no debemos perder nunca la capacidad de asombrarnos, esa que tienen todos los niños pequeños, que se asombran con lo que a los mayores les parece lo más normal del mundo. Deja que el mundo te salude como si fuera la primera vez y no se convierta en algo cotidiano. 

 "Recuerda que hubo un tiempo en el que fuimos viajeros, no turistas.
  En el que nos guiábamos por la curiosidad, no por un libro.
  Recuerda que siempre teníamos tiempo para hacer amigos, y para aprender.
  Aprender que hubo un tiempo en el que el mundo entero decía: no se puede,
  y la ilusión de un país demostró que el mundo estaba equivocado.
  Y sobre todo recuerda que la vida es una sucesión de momentos, y que depende de ti cómo los vivas".

Nunca está mal que te lo recuerden, y quién mejor que tú mismo. Así que, ¿por qué no escribirte una carta a tu "yo" del futuro? Me parece bastante interesante, recuérdate cosas, pregúntate cosas... Como podemos ver en el vídeo, el cambio que da al principio y al final tras verse de joven... 
No lo perdamos nunca. No perdamos nuestros valores, nuestra ilusión. 





Del mismo material del que se tejen los sueños


Cuando los poetas y escritores de la época barroca no comparaban la vida con un teatro, la comparaban entonces con un sueño. Shakespeare, por ejemplo, dijo: "Somos del mismo material del que se tejen los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada de sueño..."


Si pudiera escoger a alguien de entre miles de escritores, esta noche elegiría a Shakespeare y le pediría que me recitase versos de de Romeo y Julieta, de la que estoy profundamente enamorada.
Si pudiera compartir este momento con alguien, escogería a un músico atractivo que me mirase con ojos cristalinos.
Si pudiera, por un segundo, trasladarme a la época de los vestidos largos y las pamelas, del lenguaje más cortés. 
Si pudiera, quizá fumar con ella en una terraza de París.
Si pudiera decirle que aquella noche le vi descalzo volver a casa de la mano del frío.
Si pudiera elegir a una actriz  esta noche elegiría a Audrey Hepburn, en su famoso papel de Holly en "Desayuno con diamantes".
Si pudiera parar los relojes te enseñaría todos mis rincones favoritos de Madrid en un día, sin prisa, sin pausa.
Si pudiera elegir un momento, elegiría este mismo. En la buhardilla de mi casa, con una manta, las estrellas brillan, estoy inspirada, enamorada del arte, de la música y de la poesía...